10 octubre 2008

El inicio.....

El comedor está en silencio, la tensión lo envuelve todo en un suave desasosiego. Se diría que la Muerte lleva guantes de terciopelo negro.


La chica entra desnuda a la ducha (craso error, como todos sabemos). Ella canta alegremente, pero todos sabemos que "está muerta". Ha violado el primer mandamiento de la supervivencia en el Mundo de las Tinieblas, nos muestra su hermoso cuerpo mientras se enjabona ajena al filo brillante que la acecha en su espalda. Llevo cinco minutos con una palomita entre los dientes, pero cualquier ruido ahora sería un sacrilegio. Oigo ruidos a mi alrededor: Mel se tensa (me preparo para el manotazo) Ferran se sube la manta (armadura letal contra los miedos desde que uno nace hasta que, convertida en mortaja, nos acompaña a donde quiera que vayamos...) Miguel llora (más por efecto de los gatunos que por la peli) y Atori fluye etéreo en la estancia (como es nuevo en esto, no conocemos sus reacciones). La música se acelera, ella cierra el grifo, la sombra traicionera a su espalda levanta un brazo deforme, como en una pesadilla de Lovecraft, dispuesta a asestar el golpe mortal!


De repente se oye el chirrido lejano de una puerta que se abre. La sombra se asusta: alguien ha entrado en la casa. Desaparece sigilosamente mientras ella enrolla una toalla en su torso y en su pelo. "Cariño, estoy en la ducha!" - grita. La sombra desaparece justo en el instante que abre la cortina, momentos antes de que él aparezca por la puerta y, con una bella sonrisa en los labios, diga: "Hola, mi amor!". Intenta quitarle la toalla pero ella se zafa y riendo alegremente desaparece de la escena....


Suspiramos: se ha salvado! En algún lugar de la estancia, la Muerte ríe: ahora son dos los que van a morir.....

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La última casa a la izquierda de Pinetons