Año: 2014
Duración: 102 min.
País: Estados Unidos
Director: Kevin Smith
Guión: Kevin Smith
Música: Christopher Drake
Fotografía: James Laxton
Reparto: Justin Long, Haley Joel Osment, Genesis Rodriguez, Michael Parks, Ralph Garman, Johnny Depp,
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Sinopsis
“¡No quiero morir en Canadá!”, suplica Wallace Bryton, un popular podcaster al que una serie de circunstancias ha llevado hasta la frontera de Canadá, donde vive Howard Howe, que una vez fue salvado por una morsa. Misántropo recalcitrante, Howe tendrá una forma muy poco ortodoxa de sacar a Wallace su lado más “animal”. (FILMAFFINITY)
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Mi opinión.
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Kevin Smith vuelve a la carga después de su controvertido premio en Sitges 2011 con Red State en otra locura pasada de rosca con bichejos más o menos simpáticos que acaban pervertidos por la calenturienta y enfermiza mente humana: véase castores, ovejas, ciempiés...
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Tusk es una comedia bizarra que narra las desventuras de Wallace Bryton (Justing Long), al que le dan a probar una dosis tremenda de su propia medicina por dedicarse a burlarse del mal rollo ajeno.
Sabía que era una película de aquellas que no dejan indiferentes, o bien lees críticas que la dejan por los suelos, o en otras bitácoras la ponen por los cielos. A mí, desgraciadamente, me dejó bastante indiferente, sin saber a ciencia cierta por qué (espero descubrirlo al finalizar este post).
La primera parte de la cinta nos presenta a los personajes principales, un Justing Long en el papel de chico sobrado, cabroncete y pasota total con la vida; Haley Joel, el niño de El Sexto Sentido, que nos recuerda que nos hacemos viejos al verlo convertido en un tiparraco que se ha pasado un pelo con las hamburguesas y Génesis Rodríguez, que hace el pobre papel de novia apaleada.
Tras unos cuantos chistes que explotan los tópicos Canada-USA, nos encontramos con Wallace Bryton enfrentado al personaje de la obra, un fantástico Michael Parks que encarna a Howard Howe, un misterioso personaje con una suculenta historia que contar.
Aquí empieza la mala leche. Entramos entonces en el desarrollo de la historia en sí, en base a un buen guión y a una gran actuación de sus dos protagonistas, que rápidamente consiguen que el espectador se "divierta" en cierto grado con lo que está viendo.
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Hasta aquí la cosa funciona más o menos bien. Los diálogos son buenos y Kevin Smith sabe transmitir muy bien la sensación enfermiza de agobio y tortura a la que el listillo de Justin Long se ve sometido, mientras se nos explica el motivo de tanta locura a base de innecesarios flashback.
Todo va bastante bien hasta la aparición de un irreconocible Johnny Depp en el papel de un absurdo policía que corta mucho el rollo de la acción. Este punto, junto al exceso de la transformación de Wallace hace que la película pierda bastante de la fuerza ganada hasta entonces, ganada a pulso en las escenas entre los dos personajes principales.
Se ha comparado Tusk con The Human Centipede, aunque para mí son dos opciones que poco tienen que ver una con la otra, además de que Tusk no llega ni por asomo a los niveles de desagrado de la locura del ciempiés.
Los excesos de su tramo final hacen que me pregunte sobre las pretensiones reales de su director, al decantarse por una especie de comedia negra, en una cinta que para mí habría funcionado mucho mejor en el ámbito del torture porn más alocado y enfermo; una especie de Misery mucho más demente, en el se desarrollara únicamente la historia de Wallace y Howard.
Valoración: 6.5 puntos de sutura.
Trailer:
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