Duración: 105 min.
País: Estados Unidos
Director: James Wan
Guión: Leigh Whannell (Historia: James Wan, Leigh Whannell)
Música: Joseph Bishara
Fotografía: John R. Leonetti
Reparto: Patrick Wilson, Rose Byrne, Lin Shaye, Ty Simpkins, Leigh Whannell, Barbara Hershey, Steve Coulter, Angus Sampson, Andrew Astor, Hank Harris, Jocelin Donahue, Lindsay Seim, Danielle Bisutti, Tyler Griffin, Garrett Ryan, Tom Fitzpatrick, J. LaRose
Una pequeña pausa para coger carrerilla y ¡vamos allá!, nos espera una cinta intensa, con una buena ambientación y una atmósfera que no nos dará ningún respiro.
Y es que el acierto para que la película haya funcionado tan bien en taquilla (en USA) radica en su trepidante acción. La falta de originalidad y sorpresa que conlleva ser, más que una secuela, un segundo capítulo como indica el título, obliga a saciar el interés del espectador de otra manera, y Wan lo hace aquí dotando al film de un ritmo sin tregua y un maratón de sustos que pondrán a prueba a más de un corazón.
Para relajar el ambiente entre sobresalto y sobresalto, se introduce una nota de humor negro en los personajes de los dos ayudantes parapsicólogos, capaz de hacer que sonríamos con ganas tras un salto del sofá. Otro logro de su director y el equipo de guionistas, que francamente hacen que estos dos personajes secundarios hayan tenido tanto éxito que han lanzado una webserie en la que son los protagonistas.
La trama se va embrollando a medida que se acerca el desenlace. Volvemos al limbo (un poco cutre) entre farolillos y fantasmas con kilos de maquillaje en sus rostros para descubrir realmente qué está pasando, atando cabos sueltos. Aquí el director se marca otro buen detalle, haciendo cuadrar todo el contexto de las dos cintas con un recurso que solo podría explicarlo Stephen Hawking pero que tampoco se puede tildar de oportuno, pues quién sabe como funciona el más alla.
Como le pasaba a la cinta original, si hay algo que me resultó un poco justo a nivel de historia es el «malo», que no deja de ser demasiado «común», incluyendo su historia personal y desencadenante de su maldad.
También alguna reacción final me pareció un poco simple, ya que esperaba algo más contundente que produjera alguna sensación más intensa y que explico aquí abajo.
Pero en líneas generales no se puede negar que Insidious 2 es una peli entretenida, con buenos sobresaltos y con un buen ritmo, que hará que gusté a muchos y que no desagrade a casi ningún aficionado al género. ¡Silencio y a disfrutar!
Valoración: 7.5 puntos de sutura
Trailer:
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