Duración: 90 min.
País: Estados Unidos
Director: Matt Eskandari, Michael A. Pierce
Guión: Michael Hultquist, Robert Martinez
Música: Rob Simon
Fotografía: Nelson Cragg
Reparto: Stephen Weigand, Bob Bancroft, Brendan Kelly
La quinta temporada de Juego de Tronos ha supuesto un duro trance para los seguidores de los libros de la fantástica saga de Martin. Irrevocablemente la acción iba a alcanzar el punto final de Danza de Dragones, lo que implicaba posibles spoilers del esperado Vientos de Invierno. Finalmente ha sido así y, aunque Martin juega al despiste con los numerosos cambios argumentales entre el papel y la pantalla, nos queda la duda de cuánto de lo que ha contado ocurrirá de la misma manera en la obra escrita.
En cuanto a lo que hemos podido ver en la pantalla, sin duda la serie lleva camino de convertirse en una verdadera obra de arte, que será muy difícil ya no superar, sino llegar a sus estándares de calidad.
Empezamos la fiesta con The Wars to Come, donde se inicia la acción con una joven Cersei ávida de conocimiento y demasiado joven para conocer el refrán de la curiosidad mató al gato. Las tramas están ya muy desarrolladas, por lo que constantemente variaremos de localización, saltando de Desembarco del Rey a Pentos, El Muro, Meereen o el Valle de Arrin. Como siempre espectacular en todos los aspectos. Aparecen los dragones, realmente una obra de arte de la digitalización y se colocan las primeras piedras de lo que serán las principales tramas a desarrollar en la temporada.
En el segundo capítulo, The House of Black and White, en el que como no podía ser de otra manera, tiene una especial presencia la trama de Arya, aparece por fin una de las casas más emblemáticas de Juego de Tronos, los Martell, que han convertido los Reales Alcázares de Sevilla, que se han transformado en unos convincentes Jardines del Agua.
En High Sparrow veremos con ilusión como algunas tramas se separan de los libros totalmente, especialmente la de Sansa y Meñique, además veremos la aparición de uno de los personajes que más juego van a dar en la temporada: el Gorrión Supremo, que da título al capítulo.
Otro de los aspectos interesantes es la transformación del puente de Córdoba en el puente de Braavos. Simplemente espectacular.
Como de costumbre, la brutalidad no tiene censura en la serie, dejándonos imágenes tan impactantes como estos hombres despellejados colgando del patio de Invernalia. Ponen los pelos de punta.
Seguimos desarrollando las tramas en The Sons of the Harpy, que nos dejará unas imágenes impactantes de la Fe Militante y el buen hacer de Cersei como regente de Desembarco del Rey. Las Serpientes de Arena y los Hijos de la Arpía en su lucha contra el gobierno de Daenerys, no acaban de convencer, al parecer algo muy extendido, lejos de la clandestinidad que se reflejan en los libros.
En Kill the Boy se produce un punto de inflexión que presagia épica y batallas en los próximos capítulos. Espectacular las imágenes de Valyria mientras la cruzan en bote. Los cambios con respecto a los libros son cada vez más bestias.
Unbowed, unbent, unbroken, el lema de la casa Martell, da título al sexto capítulo, donde lo más destacado es la recreación del interior de la Casa de Blanco y Negro y en la que se vuelve a demostrar que con los dornienses HBO no ha dado en el clavo, si exceptuamos su voluptuosidad, patente en el séptimo episodio, The Gift, que tiene uno de los mejores momentos de la temporada en la conversación del Gorrión Supremo y Cersei.
Hardhome (Casa Austera) ha sido en mi opinión el capítulo más redondo de toda la temporada, sino de lo que llevamos de serie hasta ahora, dos grandes escenas; una entre Tyrion y Dany y el desarrollo de los acontecimientos que Martin no revela en los libros, el Casa Austera, dan como colofón un episodio que pone los pelos de punta y, en el que se desvelan secretos que no conocíamos los lectores de la saga.
Dance of Dragons, era sin duda uno de los capítulos más esperados de la temporada por aquellos que sabíamos que iba a pasar. Si no fuera por la escena de Stannis, realmente impresionante por su dureza, me hubiese quedado un muy mal sabor de boca, por la manera de endulzar la reacción de Drogon.
No obstante, hay que quitarse el sombrero ante la calidad de los dragones recreados digitalmente. ¡Realmente parecen de carne y fuego!
Mother's Mercy cierra la temporada dejando las cosas más o menos donde se quedaron en los textos, con el único posible spoiler del desenlace de Stannis en Invernalia, que me imagino que no tendrá nada que ver con lo que Martin nos cuente en Vientos de Invierno, pues en la serie la mitad de los actores presentes en esa trama no lo están.
Sin duda, un broche en el que podemos ver imágenes espectaculares como la de los Dotrhakis a caballo, pero que posiblemente será recordado por el paseo de Cersei, una escena perfectamente trasladada del papel a la pantalla.
Ahora solo nos queda resignarnos ante la certeza de que la sexta temporada es muy probable que llegue antes de que Vientos de Invierno esté en las librerías, por lo menos en castellano.
El pasado domingo murió en Chelsea a los 93 años, por problemas respiratorios, el mítico Christopher Lee, quien pasará a la historia por ser el actor que más veces ha encarnado al vampiro de Stoker, galardón que difícilmente podrá ser superado. Sus más de 20 encarnaciones del príncipe de las tinieblas, parece un hito insuperable.
Con 281 películas en su haber en sus más de sus casi siete décadas en la brecha, el carismático actor británico, que filtreó con la ópera y el metal gracias a su poderosa voz grave, deja un hueco en el corazón de todos los frikis que hemos disfrutado con sus grandes clásicos del cine de terror y, en tiempos modernos, con su aparición en obras como El Señor de los Anillos o Star Wars.
Su cavernosa voz fue la elegida para dar vida a uno de los personajes míticos para todo friki de la fantasía, LA MUERTE, que le permitió hacer algo que a todos nos hubiese encantado: poder hablar en mayúsculas.
¡D.E.P., Señor de la Eternidad!
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